1917-2017 100 AÑOS DE  LA  REVOLUCIÓN DE OCTUBRE


ODA A LENIN

 

 

 La revolución tiene 40 años

Tiene la edad de una joven madura.

Tiene la edad de las madres hermosas.

Cuando nació,

en el mundo

la noticia se supo

en forma diferente

 

-Qué es esto? -se preguntaban los obispos-,

se ha movido la tierra,

no podremos seguir vendiendo el cielo.

 

Los gobiernos de Europa,

de América ultrajada,

los dictadores turbios,

leían en silencio

las alarmantes comunicaciones.

Por suaves, por profundas escaleras

subía un telegrama,

ya no cabía duda,

el pueblo había vencido

se transformaba el mundo.

 

I

Lenin, para cantarte

debo decir adiós a las palabras;

debo escribir con árboles, con ruedas,

con arados, con cereales

Eres concreto como

los hechos y la tierra.

No existió nunca 

un hombre más terrestre 

que V. Ulianov.

 

Hay otros hombres altos

que como las iglesias acostumbran

conversar con las nubes,

Son altos hombres solitarios.

 

Lenin sostuvo un pacto con la tierra.

 

Vio más lejos que nadie.

Los hombres,

los ríos, las colinas,

las estepas,

eran un libro abierto

y él leía,

leía más lejos que todos,

más claro que ninguno.

Él miraba profundo

en el pueblo, en el hombre,

miraba al hombre como a un pozo,

lo examinaba como si fuera

un mineral desconocido

que hubiera descubierto.

Había que sacar las aguas del pozo,

había que elevar la luz dinámica,

el tesoro secreto de los pueblos,

para que todo germinara y naciera,

para ser dignos del tiempo y de la tierra.

 

II

Cuidad de confundirlo con un frío ingeniero,

cuidad de confundirlo con un místico ardiente.

Su inteligencia ardió sin ser jamás cenizas,

la muerte no ha helado aún su corazón de fuego.

 

III

Me gusta ver a Lenin pescando en la transparencia

del lago Rezliv, y aquellas aguas son

como un pequeño espejo perdido entre la hierba

del vasto norte frío y plateado:

Soledades aquellas, hurañas soledades,

plantas martirizadas por la noche y la nieve,

el ártico silbido del viento en su cabaña.

Me gusta verlo allí solitario escuchando

el aguacero, el tembloroso vuelo

de las tórtolas,

la intensa pulsación del bosque puro.

Lenin atento al bosque y a la vida,

escuchando los pasos del viento y de la historia

en la solemnidad de la naturaleza.

 

IV

Fueron algunos hombres sólo estudio,

libro profundo, apasionada ciencia,

y otros hombres tuvieron

como virtud del alma al movimiento,

Lenin tuvo dos alas:

el movimiento y la sabiduría.

Creó en el pensamiento,

descifró los enigmas,

fue rompiendo las máscaras

de la verdad y del hombre

y estaba en todas partes,

estaba al mismo tiempo en todas partes.

 

V

Así, Lenin, tus manos trabajaron

y tu razón no conoció descanso

hasta que desde todo el horizonte

se divisó una nueva forma,

era una estatua ensangrentada,

era una victoriosa con harapos,

era una niña bella como la luz,

llena de cicatrices, manchado por el humo.

Desde remotas tierras los pueblos la miraron:

era ella, no cabía duda,

era la Revolución.

El viejo corazón del mundo latió de otra manera....

 

Pablo Neruda 1957

  

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