El 25 de noviembre se conmemora el día Internacional contra la violencia hacia la mujer, por el macabro asesinato por órdenes del dictador Dominicano Rafael Leónidas Trujillo, de las tres activistas hermanas Mirabal. Este día también tiene como finalidad prevenir toda forma de violencia, en especial la dirigida hacia las mujeres, para conseguir su erradicación, ya que estudios afirman que por cada 18 segundos una mujer es maltratadaen el mundo y una de cada cinco mujeres es víctima de malos tratos en supropia casa.  La Federación de Planificación Familiar de España también ha querido sumarse a la conmemoración de este día, informa que una de cada cincomujeres es víctima de violación o de intento de violación, que una de cada tres habría sido golpeada o forzada a mantener relaciones sexuales e incluso maltratadas de otras formas. ¿Pero estas cifras de que nos sirven? ¿esos estudios que van a lograr? Quizás mostrar que este sistema capitalista no nos representa llevándonos al atraso y perdición, aparentando ser un estado defensor de los derechos de la mujer, fachada que viene desde hace décadas, siglos, demostrando con las leyes obsoletas que, no brindan condiciones de equivalencia en la mujer y el hombre. Porque allí donde existe el capitalismo, donde se mantiene en pie la propiedad privada sobre la tierra, las fábricas y plantas industriales, donde persiste el poder del capital, no podrá existir el desarrollo productivo e intelectual de la mujer. Y no es posible incorporar a las mujeres, porque, bajo el capitalismo somos doblemente oprimidas. Como la obrera y la campesina son oprimidas por el patrón, sus compañeros, sus esposos… Las repúblicas burguesas más democráticas no tienen plenitud de derechos, ya que la ley niega la equivalencia con el hombre. Y además nos dejan como proyecto de vida ser “madres amas de casa” una vida de esclavitud casera, esclavitud al hogar cumpliendo la labor más mezquina, más ingrata, más dura y más embrutecedora: la de la cocina y obviamente la responsabilidad de sus hijos, criarlos solas, sostenerlos solas, sin tener el respaldo del estado por lo menos para igualar la responsabilidad con el padre que también lo engendró. Como diariamente lo vivimos la gran mayoría de mujeres, este sistema no nos ofrece una vida digna solo nos denigra, explota, embrutece nos engaña con su politiquería. Compañeras debemos organizarnos y luchar por una sociedad justa que nos represente que iguale las condiciones y responsabilidades con Nuestros compañeros, porque esto es un problema social, luchemos porla realización total del socialismo, porque en este camino se abrirá un amplio campo de acción para la mujer. Logrando la igualdad completa, Liberándonos de esas labores miserables, embrutecedoras e improductivas. A parte de la propuesta si plantean otro camino de lucha, unamos nuestras fuerzas para enterrar este podrido estado burgués.

Ser..Frau… Noviembre de 2014